Ya que estoy por acá, les comparto una de las conclusiones a las que llegamos después de analizar varias veces un texto llamado "El laberinto del desempleo" de Daniel Cieza. Tengan en cuenta que llegada una cierta hora de estudio, la acumulación de conocimiento y el aumento la temperatura cerebral producen un cierto grado de super-creatividad:
El desempleo genera malestar social, afectando no sólo a los trabajadores que lo sufren directamente y su círculo familiar, sino a la sociedad entera. Este malestar social tiene entre otros efectos perniciosos como el aumento de la inseguridad, un aumento de las adicciones.
Bajo estos supuestos, extraidos concienzudamente del texto, la próxima vez que nos encontremos con ganas de excedernos con la bebida (o ya excedidas), hemos decidido echarle la culpa... al desempleo... Aunque si quisieramos ir mas lejos, podríamos incluso echarle la culpa al proceso de desindustrialización, o a los avances tecnológicos...
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